Si Paul Klee levantara la cabeza, tan amante del color como era él; os pintaría la cara con sus manos llenas de pintura hasta acabar tan sonrientes como los edificios de vuestras ciudades. ¡Y es que dan ganas de jugar con vosotros pequeños artistas de la autopista psicodélica!.
Si Paul Klee levantara la cabeza, tan amante del color como era él; os pintaría la cara con sus manos llenas de pintura hasta acabar tan sonrientes como los edificios de vuestras ciudades. ¡Y es que dan ganas de jugar con vosotros pequeños artistas de la autopista psicodélica!.
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